Mi experiencia de las sesiones

Las sesiones de estimulación temprana se han convertido en un momento alegre, de compartir con los padres y el niño. En estos momentos les he podido responder las dudas que ellos tienen acerca el desarrollo del niño. Este trabajo con los padres me deja muy contenta, porque los veo a ellos dispuestos a escuchar los consejos que le das, a sentir que tienen la confianza de poder preguntar y decir las cosas que están pensando y que quieren conocer acerca de su hijo. A lo largo del tiempo que hemos compartimos, les he podido mostrar distintos ejercicios en los que ellos deben de trabajar con el niño para poder ver avances.

Al inicio pensaba que ver avances en el niño en tan poco tiempo no era muy probable. Pensaba que los avances se veían con el avance del tiempo, pero me sorprendió el ver que a la semana de haber iniciado el trabajo, el niño había progresado en el control cefálico, por ello mantenía más tiempo la cabeza en el centro, entre otras cosa. Considero que esto se debe a la gran ayuda que he recibido por parte de la familia, ya que tanto los padres como la abuela paterna, le realizan los ejercicios que les recomendé para Esteban tres veces a al día, los ejercicios lo hacen también cuando están jugando con él ya que buscan la manera en que él pueda mantener la cabeza línea media mientras juega. Hay que recordar que para que el trabajo que deseamos realizar funcione, debemos de integrar a la familia, porque ellos serán los primeros promotores de este trabajo en el hogar. Yo únicamente comparto con Elías y su familia cinco horas semanales, mientras que los padres comparten con su hijo muchas más horas diarias que todo lo que yo puedo estar haciendo por semana, por ello es mucho más importante la estimulación que ellos se encargan de darle diariamente, que lo que yo puedo hacer en las cinco horas que lo veo.

Otro aspecto que me ha parecido de mucha importancia en el trabajo es que pienso que debía de involúcrame y así poder conocer de las distintas terapias y consultas a las que los padres están llevando al niño, para poder ir vinculando mi trabajo al que los otros profesionales realizan. Por ello he debido de hacerles “algunas preguntas” a los padres. Tanto de las fechas en las que tienen las futuras citas, para tener una especie de seguimiento y a la vez para conocer que piensan los otros profesionales acerca de los ejercicios y actividades que el niño debe de hacer para mejorar en las distintas necesidades que se han observado.

Mientras hablábamos con los padres acerca de lo que el terapista físico al asisten les dijo que el niño tenía un buen tono muscular y el control cefálico estaba muy bien en comparación a lo que espera observar de niños que van a los dos meses por primera vez. Esto me hizo sentir muy bien, dado que este avance se lo puede ver gracias a los ejercicios que se les recomendó a los padres hacer 3 veces por día. Fue muy grato para mi, el poder darme cuenta de los avances que había tenido con el niño y que luego otro profesional también los puede notar.